La vida nocturna de un diseñador

Llega la noche y es el momento donde nadie te llama, te escribe (salvo otro diseñador), ni te interrumpe…Eres tú y tu pantalla,eres tú y tu teclado,eres tú y tu mouse,eres tú y tu lapicero,eres tú y nadie más que tú.

La noche silente, llena de magia, lista para acompañarte a bocetear, a diseñar…ya pasaste todo el día navegando para inspirarte, ya “perdiste todo el tiempo programado para hacer el trabajo”, ya procastinaste…así que ahora estás tú y ella: la noche…intangible, inexorable, inaudible, intensa…

La única feliz es tu cama,hoy no llegarás a ella, y ella estará sola,disfrutando tu faena.Salen a danzar las letras y los colores,al ritmo de tu canción predilecta,tu lista de Spotify es la perfecta,nada tienes mejor ordenado que tus plumones,tus estilógrafos te miran olvidados,aunque ya no funcionen porque los abandonastecon la tinta dentro y ahora está seca.

Buscas esa info que hoy necesitas,la font perfecta, la imagen en alta, y preparas tu paleta.

Esbozas tu boceto y todo comienza, una idea absurda pero a la vez tan cuerda, porque a veces esa chispa al final de la noche es la musa que te reta, la imaginación ardiente que preocupada se acelera, porque la luz natural otra vez está lista, como el diseño perfecto que en las noches se gesta.